MÁLAGA EN VERSOS
Paco Acosta
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AYES FLAMENCOS
I
Pasaje que hoy te empinas
alzado sobre el cimiento
de aquel antiguo convento
de las Madres Agustinas.
Las rígidas disciplinas
de antaño, en un galante
y alegre Café Cantante
dispuso cambiar el
hombre,
y te adaptaron el nombre
del que fue templo del
cante.
Emanan de tus rincones
olores de vieja copla
que el nuevo aire que
sopla
barre sin
contemplaciones.
Tras los tallados
portones
diríase que dormitas,
pero en tus sueños
palpitas
aferrado a la añoranza
y a la dulce remembranza
de aquel Café de
Chinitas.
Un ronco grito se eleva
e inútilmente se empeña
en copiar la malagueña
de La Trini o de Juan
Breva.
En torno a la luna nueva
que platea tus fachadas,
las tranquilas madrugadas
se plagan de mil ruidos
que suenan como a
quejidos
de voces aflamencadas.
II
De aquel frívolo café
de tan noctámbulo gusto,
aún se conserva el
vetusto
edificio que da fe.
Del que fuera el ABC
y símbolo del artista,
sólo se ofrece a la vista
unos versos en una placa,
que sobre el frontal
destaca
para guía del turista. |