MÁLAGA EN VERSOS
Paco Acosta
Ir a
página Índice

AÑORANZA
Hablar
como se merece
de esta Málaga tan mía,
me da mucho de alegría
y otro mucho me
estremece.
Si unas veces me
enternece
otras me causa dolor;
y es que yo, por soñador,
sufro lo que se ha
perdido...
o lo que fue destruido
por un talante agresor.
Si bien a una edad
temprana
de ella tuve que emigrar,
nunca dejé de añorar
mi raíz malacitana.
Hoy quiero abrir la
ventana
a los recuerdos de
antaño,
sumergiéndome en un baño
que me empape de su
Historia
y refrescar mi memoria
porque olvidar me hace
daño.
Málaga fue la amorosa
madre que me protegía,
y debo a su tutoría
una vida generosa.
En dones fue tan copiosa
y tan grande en
enseñanza,
que en mi nunca habrá
mudanza
que me haga olvidar su
huella:
yo sólo puedo hablar de
ella
con palabras de alabanza.
¿Cómo poder conseguir
pagarle tanto cariño?
¡Lástima que cuando niño
no lo supiera medir!
Hoy que me pongo a
escribir
y revivo lo vivido,
quiero paliar un olvido
que con su peso me
abruma,
y que le pague mi pluma
con un piropo
encendido |