MÁLAGA EN VERSOS
Paco Acosta
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BARRIADA MARINERA
I
El Palo me huele a cal,
a espuma blanca y marea,
a yodo me huele, a brea,
a barcas, redes y a sal.
El Palo es fundamental
en la malagueña historia;
y corren por mi memoria
viejos tranvías paleños,
donde iban nuestros
sueños
y alegrías ilusorias.
Era el éxodo playero
hacia el fresco litoral
que emprendía, puntual,
el sufrido dominguero.
Tiempo de poco dinero
y racionada cartilla;
mas la típica tortilla,
el vino y la gaseosa,
era comida copiosa
para la gente sencilla.
Entrañable barriada
de familias pescadoras
donde pasé tantas horas
de mi juventud dorada.
La memoria es una espada
que te hiere de añoranza:
aquellos días de holganza
lejos ya en el
calendario,
yo los recuerdo a diario
como de paz y bonanza.
II
Casa Pedro era el lugar
para la obligada cita
en aquella edad bendita
que no volverá a pasar.
¿Cómo poder olvidar
aquellas degustaciones?
Sardinas en espetones
que en los rescoldos se
asaban
y que en las cañas
brillaban
como ensartados
doblones.
¡Vieja Casa Pedro!.
Estío
junto a la fresca botella
y la sabrosa paella
bajo tu cañizo umbrío.
Hoy, con el nuevo atavío
de un moderno decorado,
quedó por siempre
enterrado
nuestro viejo chiringuito
con el dolor infinito
de aquel que añora el
pasado. |