
La expresión hablada es muy importante actualmente. También lo ha sido en el pasado a través de los milenios. Desde la niñez y la adolescencia la capacidad de hablar es indispensable para la socialización y el aprendizaje.
Quizás una de las tareas que requieren más esfuerzo y dedicación por parte de los docentes es precisamente el refuerzo, desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje hablado de una parte de los estudiantes. No cabe duda de que la lectura y la escritura también son esenciales para hablar bien, pero conviene tener presentes una serie de técnicas o procedimientos que mejoran la forma de hablar.
A la hora de realizar una exposición de un tema o de realizar un debate o plantear preguntas es primordial que el tono de voz se oiga bien. La pronunciación también es fundamental, ya que si no es clara no se oyen bien algunas palabras y eso mismo empobrece el discurso y no es agradable para los que escuchan. Proyectar bien la voz hacia los demás es lo exigible para que todos se enteren perfectamente de lo que se está diciendo.