
Sólo por ser el techo peninsular, su ascenso es algo más que una cita obligada y si a ello se le añade la belleza de su cumbre y la estratégica posición que ocupa en Sierra Nevada, el Miday Hassen, bautizado así por los musulmanes, representa por cualquieras de sus caras, a excepción de la vertical cara norte, un tesoro y una tentación para su ascensión.
El itinerario que sube desde el Alto del Chorillo, es uno de los que menos tiempo lleva y menos experiencia precisa, siendo el más acorde para una mayoría de compañeros participantes.